jueves, 18 de marzo de 2010

Capitalismo popular sostenible: II Manifiesto

En días pasados hemos recibido el II Manifiesto de ECOoos, por el empleo sostenible, y nos parece interesente compartirlo en este medio:

"Cada día es más frecuente encontrar en los periódicos noticias sobre energías renovables. Muchas de ellas son el anuncio de que una gran empresa o unafamilia adinerada van a realizar fuertes inversiones en el sector.

Y es que cada vez son más los grupos empresariales que han incluido, entre sus líneas de negocio, las inversiones en eólica, termosolar o fotovoltaica. Y también son cada vez más los gestores de patrimonios que han descubierto para sus clientes la alta rentabilidad y seguridad de las energías limpias. Ya no hay duda de que invertir en renovables es una buena opción. Los mejores profesionales, aquellos que trabajan en las grandes empresas y en las gestoras importantes, son los primeros en recomendarlas.

Pero, como todo el mundo sabe, la alta rentabilidad se debe en realidad a que están fuertemente subvencionadas. Siendo más precisos, son rentables porque los productores de electricidad limpia cobran un precio primado, que se paga (o se pagará) con el correspondiente recargo en la factura de la luz de todos los consumidores. Nadie duda de que las energías limpias son el futuro, también porque serán muy pronto más baratas que las energías convencionales. Pero en
estos momentos, necesitan un apoyo económico que pagamos entre todos.

Siendo así, ¿tiene sentido que las subvenciones, el sobreprecio, las primas vayan a parar a las cuentas corrientes de las grandes empresas y de las personas con grandes patrimonios? Ya que hay que destinar dinero de todos para apoyar a las renovables, ¿no es más sensato que esas ayudas se repartan también lo más posible entre todos?

La situación actual de las renovables recuerda un poco a las ayudas que recibe el sector agrario dentro de la Política Agraria Común. Cuando se ordenan dichas ayudas por beneficiario, resulta que la Duquesa de Alba ocupa uno de los primeros lugares. Y claro que tiene sentido económico
garantizar un sector agrícola sólido, como lo es favorecer la consolidación de un modelo energético limpio y, para conseguirlo, resulta secundario quién sea el titular de las explotaciones agrícolas o de las instalaciones eléctricas renovables. Pero, al mismo tiempo, todos estaremos de acuerdo en que, a la hora de repartir subvenciones o ayudas públicas en general, ni la Duquesa de Alba ni los grandes patrimonios de este país son el tipo de destinatario más razonable.

Entre las energías renovables, son muchas las que necesitan enormes inversiones antes de empezar a producir el primer kilowatio hora. Un aerogenerador, un salto hidroeléctrico o una central termosolar necesitan enormes cantidades de dinero que sólo están al alcance de grandes empresas o grupos de inversión. Pero existen otras tecnologías, como la minieólica y, sobre todo, la fotovoltaica que tienen sentido con inversiones al alcance de la amplia mayoría. Con ellas
se puede desarrollar una suerte de capitalismo popular sostenible. Conseguir que muchas personas de este país tengan sus pequeños ahorros en un producto financiero que les reporte una rentabilidad elevada (por encima del 10 por ciento anual) y con toda la seguridad que ofrece la legislación vigente. Un pequeño complemento al sueldo o la pensión que podría además favorecer el alicaído consumo, ahora que nuestra economía tanto lo necesita.

Para democratizar las subvenciones, repartirlas de forma más justa y equilibrada y colaborar a que la economía se reactive, basta con introducir un cambio muy pequeño en la legislación vigente. La propuesta de nuestro Manifiesto es sencilla: limitar la titularidad de las instalaciones fotovoltaicas a las personas físicas y además para una potencia máxima de, por ejemplo, 20
kilowatios. Un NIF, 20 kilowatios. Simple.

Creemos que dar entrada a todos a las subvenciones de todos es una buena razón para implantar un modelo sensato de difusión de la fotovoltaica. Como son muchos los intereses a los que perjudicaría un cambio como el que proponemos, necesitamos el apoyo de todas aquellas personas que, simplemente, lo ven razonable. Si es tu caso, por favor, adhiérete."

ECOoo, Participa en la Revolución Solar.

2 comentarios:

  1. Buena idea, porque ahora quien paga realmente el mayor precio de las renovables somos los trabajadores, los pensionistas, los parados, en resumen todos los consumidores que ven cómo su sueldo o prestación no sube anualmente ni el IPC, mientras que la tarifa eléctrica ha subido y continuará subiendo de forma inmoderada. Al final algunos se están haciendo ricos a cambio de empobrecer más a los de siempre.

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  2. Buena idea, porque ahora quien paga realmente el mayor precio de las renovables somos los trabajadores, los pensionistas, los parados, en resumen todos los consumidores que ven cómo su sueldo o prestación no sube anualmente ni el IPC, mientras que la tarifa eléctrica ha subido y continuará subiendo de forma inmoderada. Al final algunos se están haciendo ricos a cambio de empobrecer más a los de siempre.

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