miércoles, 19 de agosto de 2009

Otra vez habrá que mirar al cielo en otoño


Nada menos que 4.500 hectómetros (4.500.000.000.000 litros) ha vertido el río Ebro al mar entre enero y mayo de 2009, informa el diario ABC. Que un río vierta agua al mar parece normal. Mucha gente lo cree desde la escuela, cuando aprendíamos de memoria estos famosos versos

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar
que es el morir.

escritos hacia 1477 por Jorge Manrique. Don Jorge no conocía la avanzada tecnología hidráulica actual. De ser así, habría escrito

Nuestras vidas son los ríos
que (gracias a la falta de infraestructuras de acopio de agua, por la equivocada política hidráulica socialista) van a dar a la mar (desperdiciando así millones de metros cúbicos de agua)
que es el morir.

¿Qué podemos hacer? Lo cierto es que hay soluciones. Si toda la cuenca del Ebro estuviera completamente alicatada no se desperdiciaría ni una gota del agua de lluvia (los fabricantes de baldosas, que abundan en la cercana provincia de Castellón, se pondrían muy contentos). La idea es convertir toda la cuenca en una gigantesca superficie impermeable, por donde discurra el agua camino de innumerables depósitos y reservorios. Así no seguiríamos como en los tiempos de Jorge Manrique, mirando al cielo para ver si llueve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos tu colaboración en nuestra bitácora.
Difunde y pon a prueba tus ideas escribiendo un comentario.
Puedes dejar tu opinión de forma anónima seleccionando el botón que hay encima de "publicar comentario"