No hay dinero disponible para créditos, y el petróleo está barato. Conclusión: se acabaron las energías renovables. Las compañías que desarrollan tecnologías sostenibles no encuentran valerosos inversores dispuestos a invertir en ellas (ya se sabe que los inversores solo conocen dos estados mentales mentales, el pánico o la euforia, y ahora están todos aterrorizados). El petróleo a 50 o 60 euros el barril (¿alguien ha visto alguna vez una fotografía de un barril de petróleo?) hace que el viento, la luz solar y la leña parezcan artículos de lujo. Parece que volvemos a los años 80 del pasado siglo, cuando tantos y tantos prometedores desarrollos de energías renovables (inlcuyendo un ambicioso plan para dotar a la viviendas de energía solar térmica en la ciudad de Madrid) se hundieron en la nada en cuanto el petróleo bajó de precio. Actualmente, para empeorar las cosas, tenemos además una gran crisis financiera y económica.
Pero no todo está perdido. La crisis debe ser una oportunidad para las energías sostenibles. En primer lugar, son un formidable yacimiento de empleo, y tienen una capacidad de generar riqueza de manera repartida por todo el territorio de la que carecen las energías convencionales. En segundo lugar, esta crisis está demostrando que podemos vivir bien sin derrochar energía: todos los índices de consumo eléctrico, empleo de vehículo privado, etc, están cayendo significativamente.
Se dice que las energías renovables son caras. Es cierto, y hoy por hoy no pueden crecer sin el apoyo y la subvención del gobierno. Pero deberíamos recordar para empezar que lo bueno cuesta dinero (como decía Oscar Schindler). Cuando el ministro de Industria afirmó recientemente que las subvenciones a la energía solar fotovoltaica estaban encareciendo la factura eléctrica decía la verdad, pero olvidó decir que dentro de 20 años las placas solares seguirán produciendo energía de manera silenciosa, segura y no contaminante. Sencillamente, no no podemos permitir seguir produciendo electricidad a base de carbón, escorias y cenizas dentro de veinte años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos tu colaboración en nuestra bitácora.
Difunde y pon a prueba tus ideas escribiendo un comentario.
Puedes dejar tu opinión de forma anónima seleccionando el botón que hay encima de "publicar comentario"