África es una aspiradora de CO2. Un estudio de la FAO indica que el continente africano, al ser uno de los grandes pulmones del planeta y emitir poca cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera, permite mitigar los efectos del cambio climático en todo el mundo.
Es decir, tenemos una planta gigante de almacenamiento y tratamiento de CO2 que se extiende desde Gibraltar hasta el cabo de Buena Esperanza, capaz de mejorar la calidad de vida del norteamericano y europeo urbanita medio, que ayuda a mantener el equilibrio climático evitando inundaciones, sequías, guerras y hambrunas y que tiene un elaborado y casi perfecto plan de mantenimiento y autorregulación de proporciones bíblicas. Lástima que la crisis mundial, esa que empezó hace unos cuantos siglos, haya provocado una importante regulación de empleo en la planta reduciendo al mínimo el salario y privilegios de los trabajadores que, en parte, soportan y mantienen la planta en pie.
A lo mejor es que a nadie se le ha ocurrido revisar las nóminas, o ponerle precio en euros al producto que ofrecen… y menos con la que está cayendo. Recemos para que los trabajadores de la planta no encuentren el botón para empezar la huelga, que derecho no les falta.
Totalmente de acuerdo. Pongámosle precio a los servicios ambientales!
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