En la revista Investigación y Ciencia de agosto de 2008, la portada era la ética del cambio climático.
Según el articulo publicado en esta revista, el cambio climático causará daños: olas de calor, tormentas, inundaciones…
La Organización Mundial de la Salud estima que en el año 2000, las muertes anuales resultantes del cambio climático ya habían superado la cifra de 150000.
La cuestión de lo que deberíamos hacer con el cambio climático es ya una cuestión ética.
La ciencia, con la economía pueden ayudar a descubrir las causas y los efectos del cambio climático.
Cuando se dan conflictos de intereses, las cuestiones sobre “lo que se debe hacer” son siempre éticas. Cualquier repuesta razonable sobre la cuestión del clima debe ponderar intereses encontrados entre diferentes personas.
La actuación de la sociedad frente el cambio climático, en parte, es de ajustar coste y beneficios. Aun cuando sopesar los costes frente a los beneficios no responda del todo a la cuestión, constituye una parte esencial de la repuesta.
Economistas han trabajado sobre la cuestión. El informe Stern se centra sobre todo en comparar costes y beneficios. Su conclusión es que los beneficios que se obtendrían reduciendo las emisiones de gas sobrepasarían con mucho el coste de la reducción. Este informe ha provocado mucho debate entre los economistas.
Otros investigaciones consideran que no es tan urgente de actuar. Estos resultados diferentes vienen de razones éticas. No usan de la misma “tasa de descuento” que resulte de la visión ética.
¿Qué es la tasa de descuento?
La tasa de descuento corresponde a la devaluación que se hace de los bienes venideros con respecto a los actuales. La tasa establece la parte proporcional que hay que ir descontar cada año al valor de unos bienes del futuro. Los bienes en cuestión son productos materiales y servicios que la gente consume. Esta diferencia entre las tasas de descuento aplicadas por ambas visiones del problema basta para explicar las divergencias entre sus conclusiones.
La mayoría de los debates sobre las desigualdades se desarrollan entre los prósperos, que discurren acerca de los sacrificios que deben realizar en pro de los menos favorecidos.
En conclusión, la tasa de descuento depende de consideraciones morales. Los economistas no pueden justificar una tasa de descuento sin adoptar una o otra postura ética.
En mi opinion, es importante que en democracia los ciudadanos tengan debate y deliberación. Los economistas sólo pueden proponer recomendaciones y argumentarlas. El público necesita esta ayuda de expertos para entender lo que está en juego y actuar.
La cuestión que aparezca es la vida de una persona hoy vale más que la vida de mañana.
Lo que pasa es que nuestro comportamiento refleja nuestra capacidad a gozar de los beneficios de hoy sin pensar a mañana. ¡Basta ya! Paremos de pensar como el rey de Francia Louis XV quien dijo: “Après moi, le déluge” que quiere decir “Después de mí, el diluvio”.
El mundo tiene que tomar medidas urgentes para minimizar los efectos del cambio climático para las generaciones futuras.
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