martes, 19 de febrero de 2008
La amenaza de la puerta del horno
La puerta del horno se ha convertido en un gran obstáculo en la lucha contra el cambio climático. En efecto, cada vez que se abre se pierde al menos el 20% del calor acumulado en su interior. Tengan en cuenta las veces que se usa el horno en una casa corriente y hagan números: ¡abrir la puerta del horno innecesariamente puede suponer una pérdida de hasta el 0,1% del consumo total de energía de la vivienda!
Pero no todo son malas noticias. Ducharse en lugar de bañarse ahorra unos 150 litros de agua. Teniendo en cuenta que no tengo bañera en casa, eso me convierte automáticamente en un ahorrador heroico de agua: 54.750 litros al año.
Otra buena opción para ser amigo de nuestro planeta y respetuoso con el medio ambiente consiste en no utilizar cazuelas y sartenes cuyo diámetro sea inferior al del fuego correspondiente. Es decir, se trata de no ser como esos desalmados que van a la ferretería a comprar cazuelas y sartenes de diámetro diminuto exprofeso.
Y así podríamos seguir páginas y páginas. Mientras tanto, seguimos sin estándares mínimos de eficiencia energética o hídrica en la edificación, en los electrodomésticos o en los coches.
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