Resulta increíble la cantidad de dinero que está comenzando a moverse voluntariamente en el mercado de los derechos de emisión. Decimos voluntariamente porque han comenzado a participar empresas y ciudadanos que no están obligados a por el Protocolo de Kioto.
¿Cómo así? se han puesto de moda fundaciones, empresa o entidades que se dedican a medir nuestras emisiones individuales como ciudadanos y como empresas, las contabilizan en toneladas y realizando sus propios cálculos nos ofrecen compensarlas con acciones "sostenibles", como reforestar zonas. Para ello uno tiene que pagar las toneladas de CO2 que emitimos a cambio de quedarnos con la conciencia limpia de que gastar energía en exceso o realizar viajes en avión lo puedo seguir haciendo porque cada tanto tiempo yo pago cierto dinero a X entidad que se ocupa de plantar árboles en mi nombre y a cuenta de mis emisiones........
Todo este sistema voluntario ha movido en 22.500 millones en 2006, según datos publicados en El País, el 27 de diciembre de 2007.
Además de increíble el monto de dinero, resulta increíble que la moda sea continuar emitiendo y pagando; olvidándonos de que el propósito fundamental de Kioto y el compromiso del Planeta es "reducir".
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