martes, 7 de octubre de 2008

Cochecitos de bebés en los autobuses y trenes de Madrid


Soy usuaria del transporte público madrileño, ahora con un bebé a cuestas en la urbe encuentro muchos inconvenientes en el transporte público. A pesar que desde febrero de 2007 recién se puede subir a los autobuses un cochecito portando un bebé, los Sres. conductores -cumpliendo estrictamente lo mencionado en el reglamento que regula tal situación- no se les pasa por la cabeza la opción de sacar la rampa para descender del autobus.

Cuando salgo sola es muy difícil, casi imposible, levantar un de estos cochecitos que pesan entre 12 y 15 kilogramos, más los casi 9 kilos de mi hijo suponen que me parta la espalda o que propicie una caída/vuelco del cochecito con bebé incluídio. O estar a expensas de que algún peatón me ayude.

Peor aún, hay algún conductor de la Línea 150 que ante mi petición de sacar la rampa o descender el piso del autobus me respondió: ....."tendrá que bajar como ha subido".

Por otra parte, no es posible usar la red de trenes de Cercanías. Sólo la nueva línea de Colmenar Viejo a Parla tiene puertas con suelo bajo y dispositivos internos para sillas, cochecitos y bicicletas. Además, sólo la estación de Chamartín y Nuevos Ministerios (entre las que conozco) dentro del distrito A de Madrid tienen elevadores para comunicar la calle con el vestíbulo y andenes. O sea, Cercanías está descartado como medio de transporte para movilizarme por Madrid.

En la red de Metro, por suerte diré, están algunas estaciones acondicionadas y algunas otras las uso con las escaleras mecánicas (cosa que no debería).

Todo esto está motivando la idea de comprar un coche, me disgusta la idea; pero me disgusta más pasar inconvenientes, dificultades y riesgos con mi hijo.

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